Elliot, llegó siendo un cachorro paralítico con las patas rígidas. A pesar de querer eutanasiarlo sin miramientos, le dimos una oportunidad en el santuario, incansablemente para hacerlo sentir cómodo.
Con sus zapatos y cuidados, Elliot desarrolló suficiente fuerza para caminar utilizando sus patas como muletas improvisadas.
Ahora, siendo un perro adulto, es feliz pero enfrenta una herida recurrente en una de sus patas debido a su naturaleza enérgica.
Tu amadrinamiento apoyará los tratamientos continuos y asegurará el bienestar continuo de Elliot.
Conoce más de Elliot AQUÍ