Yenn
Yenn había pasado casi una semana en medio de una ola de calor implacable, arrastrándose sin poder utilizar sus patitas. Su situación era aún más complicada que la de Dino, ya que había sufrido un grave desgarro en su trasero, bastante peligrosa.
El calor sofocante, el constante roce y no tener control de esfínter, no hicieron más que agravar su situación, sin mencionar los parásitos intestinales que tampoco ayudaban.
Sin embargo, a pesar de todas las adversidades, Yenn no perdió las ganas de seguir adelante.