June
June, apareció en una balsa, luchando por su vida. Sin saber qué hacer, corrí a buscar ayuda y encontré un alargador gigante que improvisé como cuerda para hacer un nudo medio seguro.
El tiempo corría en nuestra contra mientras June se cansaba cada vez más. Por suerte, un trabajador de la finca cercana escuchó mis llamadas y acudió en mi auxilio antes de que me decidiera a entrar en la balsa.
Fue una experiencia espantosa, pero juntos logramos salvar a June. La pobre perra estaba asustada y confiaba en mí, apoyando todo su peso sobre mí mientras la balsa se volvía traicionera y resbaladiza una vez te habías mojado.